El Enemigo
Los Chacayes, en el Valle de Uco, por sobre los 1.100 metros de altitud, es una de las zonas de las que más se habla hoy en Argentina. Y hay de qué hablar. Sus vinos salvajes, hijos de la montaña y los suelos pedregosos, se sienten salvajes y llenos de frutas. Prueben este Gran Enemigo, por ejemplo, con un 85% de cabernet franc y un 15% de malbec, añejado en viejos toneles de más de cien años restaurados por la bodega, que ofrece una pintura realista de la zona. La nariz llena de hierbas y frutas negras ácidas, la boca estructurada a partir de taninos filosos y punzantes. Es un vino de guarda, por cierto, pero también es de esos con los que uno puede jugar bebiéndolos con una tabla llena de diferente charcutería.
Los mejores productores que han llegado a Los Chacayes, en especial a los viñedos plantados en suelos de piedras y de cal de esa zona de desierto de altura, a los pies de los Andes en el Valle de Uco, han aprendido que no necesariamente el lugar les entrega taninos endiablados y rugosos y que, si se extraen con suavidad (y si vinifican con racimo completo), son capaces de dar un esqueleto firme y tenso a sus vinos. Echen un vistazo a este franc de Los Chacayes y verán de lo que hablo. Los taninos firmes, pero nada rugosos, las frutas rojas jugosas, las notas a hierbas y flores que son típicas de la zona. Un cabernet franc delicioso en su expresión frutal y una mirada mucho más elegante de la usual a Los Chacayes.