Gran Enemigo

Este torrontés se viene haciendo desde la añada 2019, siempre de viñedos por sobre los 1.600 metros de altitud, de los más altos en Gualtallary, en el norte de Valle de Uco. En esa zona fría, el siempre exuberante torrontés se vuelve tímido en nariz; pero lo que no muestra en aromas, lo muestra en sabores. Es jugoso, con intensas notas a frutas blancas y flores. La acidez fina y penetrante, muy en sintonía con otros blancos de montaña en la zona, y un leve dulzor que le da encanto. Una excelente versión de un torrontés que abre nuevos caminos para la variedad.

Esta es la segunda versión de este vino, una selección de viñedos de unos 10 años en las alturas de Gualtallary, a unos 1.600 metros de altura, que es de los viñedos más altos del Valle de Uco. Y a esas alturas, el usualmente exuberante y muy floral torrontés se vuelve un animal completamente distinto, mucho más austero y mineral (los suelos son ricos en cal), el cuerpo marcado por una acidez intensa y penetrante. Tiene la oleosidad de la variedad, pero también una sensación de crocancia poco usual en el torrontés.

Esta es una selección de parcelas, con base en los viñedos de El Enemigo por sobre los 1.400 metros de altitud en Gualtallary, hacia los pies de los Andes en el Valle de Uco. Tiene un 40% de malbec, un 25% de cabernet franc, un 25% de cabernet sauvignon, y el resto partes iguales de merlot y petit verdot. Criado por 18 meses en fudres de más de 100 años, este es un vino que aún necesita tiempo en botella. Por ahora, se siente intenso en notas a frutas negras ácidas, tonos herbales y florales en medio de toques terrosos. La boca es potente, de taninos firmes y punzantes. Tengan paciencia aquí.