Romano Parras Viejas 1912 Viñedo Original

El romano es una antigua variedad que alguna vez, cuando el clima no era el mismo que hoy, fue común en la zona de Chablis, al norte de la Borgoña. En Chile, no se sabe exactamente cuando llegó, pero han quedado algunas hectáreas repartidas por el Valle Central que han aprovechado un puñado de bodegas para darle diversidad a su portafolio. Casa Silva es una de ellas y este romano viene de sus viñedos históricos (plantados en 1912) en la zona de Angostura, en la entrada norte del Valle de Colchagua. Este romano huele a flores y frutas rojas maduras, en una nariz que, si bien no es exuberante, tiene potencia, seduce. La boca es firme, de taninos punzantes y verticales, rodeados de frutas rojas y nuevamente esos tonos florales que, esta vez, se sienten acompañados de tonos a hierbas. Hoy es un vino delicioso que iría bien con guisos especiados de carne, pero sin duda que ganará con 3 o 4 años de botella. La mejor versión de este romano que le hemos probado a Casa Silva.

El cesar noir o romano fue la cepa responsable de darle estructura al pinot noir del norte de la Borgoña en años de baja concentración. Por siglos se dejó de escuchar sobre esta variedad, hasta que hace muy poco se la encontró en Chile. Y ha dado muy buenos resultados, sobre todo bajo el sol del Valle Central. Esta versión de Casa Silva procede de sus viejos viñedos de Angostura, confundida con otras cepas viejas. Desde 2015 que la bodega la elabora, y desde ya hace varias añadas que le han encontrado el punto, gracias a extracciones moderadas y cosechas tempranas. Este año se siente frutal, de notas herbales y especiadas, con los taninos bien presentes, pero nada agresivos. Un tinto para chuletas de cerdo en salsa barbecue.