Korta
Los cálidos planos de viñedos que tiene Korta en Sagrada Familia, en Curicó, parecen hacerle bien al petit verdot, calmando sus taninos, dándole un cierto dulzor que lo vuelve más fluido, asunto raro, porque fluidez y petit verdot casi nunca van en la misma frase. Este blend tiene la mitad de petit verdot, un 20% de carménère, un 20% de syrah y el resto de cabernet franc, todo criado por unos 18 meses en barricas. Es un vino que aún se siente joven, enfocado en las frutas, pero con una base de acidez y taninos con la fuerza como para pensar en el futuro. Es suculento, pero a la vez fresco, con esa acidez vibrante que asegura su vida en botella.